sábado, 25 de agosto de 2012

Broken Sword V depende de ti



La saga Broken Sword vuelve a nosotros en forma de quinta entrega. O mejor dicho, probablemente regrese a nuestras manos, siempre y cuando alcance su objetivo económico a través del conocido portal kickstarter. Para aquellos que no lo sepáis, kickstarter es un sitio web para financianciación en masa de proyectos de todo tipo, desde videojuegos, hasta películas o música, entre otros. ¿Quien financia estas ideas?, pues tú, yo o cualquier otro.

Como ejemplo, sin ir más lejos, Broken Sword: The Serpent´s Curse, requiere de 400.000$ para su consecución. Yo mismo he participado con Revolution Software (empresa capitaneada por Charles Cecil que lo desarrolla desde el primer capitulo de la saga), aportando mi pequeño granito de 15$. Y como no, me otorga el derecho a su descarga y disfrute el dia de su lanzamiento (presumiblemente a lo largo del año 2013). Las donaciones pueden ser mayores, alcanzando incluso los 10.000$ o más. Obviamente las recompensas para el "Rockefeller" donante de tales cantidades, son mucho mayores, pero es a partir de los 15$ cuando estás comprando una copia no física del juego, que te permitirá viajar una vez más, a través de una historia plagada de enigmas y misterios sin resolver.

¿Y vosotros? ¿Habéis disfrutado tanto como yo de las anteriores entregas de George Stobbart?. Pues dadle alas al proyecto, y dejadlo volar.


miércoles, 22 de febrero de 2012

Viaje a Francia, Rennes-le-Château


Introducción

Saludos a tod@s!. Tras un largo período de ausencia debido a motivos laborales (estoy más estresado que el fontanero del titanic), he vuelto por mis derroteros para publicar una vez más algunas de mis inquietudes. Confío en que mis circunstancias me permitan redactar de forma más asidua en un futuro próximo.

Dicho esto, pongámonos manos a la obra. El motivo de esta publicación no es otro que relataros mi gratificante experiencia en mi última aventura. El desafortunado lugar que soportó el aplastante peso de mis pezuñas, no es otro que Rennes-le-Château, en el Languedoc del fascinante sur francés. Muchos pensaréis, ¿donde puñetas queda eso?, sin embargo, seréis muchos más los que penséis que soy un chico afortunado, y que he cumplido uno de los muchos caprichillos de infinidad de camaradas frikis.

Vista del "hotel" en el que Gabriel Knight se alojaba. En
realidad es un château abandonado al devenir del tiempo.
Me explico. En un post anterior en el que analizaba un clasico en toda regla, nada más y nada menos que el juegazo Gabriel Knight III, dilucidaba mi intención de visitar el pueblo de misterio en el que se ambienta y desarolla una trama increíble, dotada de una labor de investigación por parte de la señora Jane Jensen (madre de la bella criatura) realmente completa y trabajada. El enigma que plantea esta aventura gráfica es polémico y archiconocido, incluso por aquellos que nunca la hubieran jugado, ya que actualmente ha caído en desgracia por la profanación sensacionalista de las modas.

La mecha prendida en el solitario pueblecito francés siguió su curso aún en nuestros dias sin hallar todavía el final del rompecabezas, pero no sin antes insuflar vida en su largo camino, entre muchas otras, a la obra más popular fundamentada en el misterio que nos atañe, el archiconocido El código da Vinci. Pero no debemos omitir que la obra de Dan Brown, no es más que una simple novela de ficción. Para aquellos que realmente os halleis sugestionados por esta hermética historia, el ejemplar literario que os interesa es el no tan divulgado El enigma sagrado, un titánico y esclarecedor trabajo de investigación, deslumbrante y polémico a partes igualesAlgún dia, viajaremos entre sus páginas en alguna de mis próximas recomendaciones literarias.

Torre magdala, construida por el enriquecido abad Sauniére
Rennes-le-Château es la cuna que vio nacer la divulgación de una de las ideologías esotéricas más rimbombantes de nuestros dias. No es otra que la sólida convicción que mengua al Jesucristo cristiano en su tradicional arquetipo divino para rebajarlo a la altura del común de los mortales, desposado, sorprendentemente para algunos, junto a María Magdalena, con la que presuntamente tendría hijos, y por tanto herederos de esta "cristiana" línea de sangre, y lo que es más, sobreviente airoso a su axiomática crucifixión con el "trágico final" movilizador de masas (y de dinero) que todos conocemos en nuestra "laica" patria. Por descontado, el Languedoc francés, provincia en la que descansa la pequeña villa, es bien conocida por la concurrencia sistemática durante largos años de la (seguramente) extinta orden templaria, del catarismo, masonería y un largo etc esotérico. Un caldo de cultivo excelente y jugoso para el que guste  de la investigación histórica y la aventura.



Llegada, siguiendo los pasos de Gabriel Knight


Rennes-le-Château se erige en lo alto de una colina del Aude galo, parcialmente fortificado por una derruida muralla que deja entrever el carácter de puesto estratégico que ha tenido el asentamiento a lo largo de los siglos. Desde la prehistoria (como así confirman varios monumentos megalíticos hallados y fechados hacia el 4500 a.C), han hollado su tierra visitantes de lo más variopintos, desde godos y cátaros, hasta árabes.

Entrada de la impresionante iglesia de Rennes. Estoy
señalando la inscripción "Terribilis est locus iste" (Este lugar es terrible) grabado en la reforma Sauniére.

A mi llegada, no he podido resistir el impulso de detener mi Peugeot 308 a las puertas del comienzo del largo camino, bajarme lentamente (me dolían endiabladamente los pies), caminar igualmente lento (añadiendo un pelín de torpeza) hacia la señal que demarcaba el inicio del pueblo, y pedirle a mi inestimable compañero de viaje que realizase la fotografía que veis al inicio de esta publicación. Me sentía como "El hombre en la luna". No juzguéis a este pobre friki que os escribe.

Acto seguido, nos adentramos entre los muros de unas estrechas callejuelas. Aunque con cierto encanto, era evidente el maltrecho estado de aquel poblado. Desaprovechando un vasto potencial turístico, la pequeña villa envejece a su suerte, manteniendo bajo su cobijo, si mal no recuerdo, tres cutre-tiendas de souvenirs, libros, y demás parafernalia totalmente desubicada del misterio original. Pero no hemos venido a contemplar con ojos sagrantes lo que sus escasísimos habitantes mal hicieron, sino lo que está allí esperando, las claves que salvaguardan la torre Magdala y su fabulosa e insólita iglesia consagrada de un modo un tanto especial a la Maria Madgalena.